martes, 15 de marzo de 2011

La biblioteca pública

Tal y como la conocemos hoy en día, está al servicio de todas las personas, sin ninguna distinción tanto de edad, posición social, credo o raza y proporciona un servicio gratuito. Los servicios llevados a cabo son diversos pero los fundamentales son el préstamo de libros dentro de la misma biblioteca y también a domicilio, así como el servicio de consulta. El servicio de consulta aparte de resolver los problemas del usuario en cuanto a sus consultas de información, puede ayudar a mejorar el nivel intelectual del usuario.

No obstante, la biblioteca no siempre ha sido pública dado que en la historia de la biblioteca existe una evolución y un retroceso. Podemos partir de Estados Unidos a mediados del siglo XIX.
Debido a nuevas corrientes de pensamiento: como las ideas de libertad, igualdad y fraternidad, la base de la revolución francesa, se adoptaron en el mundo bibliotecario reforzando el derecho y libre acceso a el saber. Estas nuevas ideas y principios democráticos empiezan a cimentar las bases del libre acceso a las fuentes del conocimiento y la cultura en general.

Se desarrollan tres corrientes

La Anglosajona, defendida por los estados unidos que permite la cooperación entre bibliotecarios y la difusión de la información. La europea, con carácter conservador que destaca los fondos antiguos.Y una tercera la corriente socialista (de la URSS) en la que se desvirtúa el concepto de esencial de educación de las otras dos para desarrollar su propaganda y un cierto control de los usuarios.

Con el tiempo la biblioteca pública es incapaz de satisfacer las necesidades, ya sean informativas o de otra índole a determinados usuarios, naciendo así las bibliotecas especializadas.

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